Una Tarde de Otoño en la Ventana del Sexto Piso

Ya habia pasado mucho tiempo sin que la inspiración moviera mis frios dedos haciendo palpitar mi corazón y así escribir algunos versos. Habran pasado, como 8 meses sin escribir nada (obviamente no me refiero al blog) Pero como era de esperarse el Otoño no me ha decepcionado y me permitió escribir estos dulces versos que realmente lograron alegrarme y ahora se los dejo a ustedes, para su disguste o deleite.

Oh! brillante dia de Otoño

Que con tus radiantes brazos de sol me acaricia

Me tomas, me alientas, me alimentas

Me vuelves hacer soñar

Reanimando el alma con el calor de tu tarde

Con la paz viva de esta vida

Con los suaves sonidos de un domingo perezoso

Calma, Calma

Todo lo dejas en calma

Todo lo vuelves dulce

Con este suave color amarillento que envuelve todas las cosas

Que las domina, que les impregna tu escencia

Que nos saca del ajetreo de la ciudad y nos da la vida natural

Vida tranquila, vida de paz

Nos llenas de amor, nos llenas de deseo

Simple cantar que despiertas en el corazón

Simple cantar que nos alienta tu calor

Vuelves a la musica mas dulce:

Le das la dulzura de un beso, de un manjar, del anhelo de hacer el amor

Todo con tu tranquilo calor del sol

La vida la vuelves bella y los deseos despiertas

Oh! dulce Otoño que me das vida

Oh! dulce Otoño que tu calor alienta

y tus brazos la vida despereza

Oh! dulce Otoño lleno de inspiración

Oh! dulce Otoño que le das vida a mi corazón!!

En fin, espero que les guste. A mi me da mucho gusto volver a escribir algo así.
Esto fue escrito el domingo 8 de octubre del 2006 por ahi de las 6 de la tarde, cuando un rayo de sol entro jugueteando por la ventana y me invito a ver como el aliento amarillo del atardecer se apoderaba de todas las cosas. Besos.